MAÑANITAS

«…Cuando aquello, aún vivían sus padre, y ella…»

por PEDRO M. GONZÁLEZ CÁNOVAS

El ruido lo despertó. La imaginó, con su camisón sugerente, tan corto que destacaba esas provocativas curvas. Con su olor a mañana y tan servicial como siempre.

Él, caliente y desnudo en la cama, quiso pensar que el resultado de su erección era por algún sueño que había tenido, donde ella era protagonista. Cuando no estaba, oler cualquiera de sus prendas hacía que su corazón se desbocara. Era totalmente consciente de que cada día estaba más enamorado.

Recordó cuando amanecía en su cama. Cuando ambos se daban calor sin tapujos en la inocencia de la más tierna infancia. Y cómo la rechazó, sin que se ofendiera, cuando su revolución hormonal pasaba a lo físico. No se mostró ofendida, aunque él –ahora– consideraba que tenía derecho a ello. Temía que supiera de sus sentimientos.

Cuando aquello aún vivían sus padres, y ella no se había operado: aún era un chico.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Eres mayor de edad? Este sitio web es para mayores de 18 años. Cada cosa a su tiempo.