CUIDADO CON LO QUE DESEAS

«…–¿Quieres jugar? …»

extracto de CUIDADO CON LO QUE DESEAS, de Samantha Zerpa

Mientras en Ibiza Alexander y sus amigos se montaron hoy una fiesta en el yate de papá. Habían contratado un dj, alcohol, mujeres y mucha droga, que estando en alta mar, no estaba prohibida. Los chicos eran bastante fiesteros, el más responsable era Aíran, ya que siempre tenía que poner un poco de orden y cordura en las locuras que se metían. Esta fiesta en el barco, era una de ellas, quedaban dos semanas para regresar a Madrid, y volver a enfrentarse a la realidad de cada uno. Habría que disfrutar hasta el último momento. Cuando llegaron al barco, había chicas esperándolos con ansias y con alcohol. Diego enseguida se percató de que una de esas chicas, era Susana, una amiguita que había estado persiguiendo por todos sitios a Álex, ya que solo quería cazarlo, por su apellido y su prestigio

No te vayas a rallar, pero creo que tu acosadora favorita, está ahí, asique hoy no podrás estar con otras mujeres– Dijo Diego con tono burletero.

Esa chica no te suelta tío, que le hiciste madre mía–Continuó Aíran.

Chicos calmaos, fíjense en mí, estoy bastante tranquilo, le daré todo el sexo que me pida y se quedará calmada.

Estás más loco, tú mismo, pero esta va a querer más que sexo, querrá anillo en el dedo.

Tiene razón cabeza, ojito– Le advirtió su amigo.

Según se fueron acercando al yate, todos subieron a él, y zarparon hacia mar adentro. Todo era alegría, ritmo y personas, capaces de disfrutar de los máximos placeres y de hacer hasta lo inimaginable. A lo largo del día y de la tarde, ocurrieron encuentros íntimos entre todos los ocupantes del barco, en zonas concretas del yate. Alexander, había pensado en todo y quería asegurarse de que todos tuvieran una experiencia personalizada con exquisiteces gastronómicas y sexuales, provocando así alcanzar el límite del placer en una experiencia más allá de la seducción. De repente tropezó con Susana y esta aprovecho para poder hablar con él.

–Hombre, por fin coincidimos, pensé que te estabas escondiendo de mí– Le dijo Susana

–Yo, que va, ¿Qué tal estas, te lo estás pasando bien? –Le cambió este de tema

–Pues la verdad, que la experiencia está siendo fantástica, es una fiesta exclusiva y rumbera. Nunca me hubiera imaginado, que tus fiestas fueran así, pero en vez de hablar, que te parece si jugamos un ratito.

–¿Quieres jugar? – Le preguntó acercándose a ella de manera provocativa.

–¿Tú que crees? –Respondió permitiendo el acercamiento.

–Que es lo que creo es lo menos importante, lo que realmente quiero es que te sientes en mi cara para que pueda comerte el coño hasta que te corras en mi boca, hasta que lo único en lo que puedas pensar es en lo bien que muevo la lengua cuando este chupándote el clítoris empapado. Quiero que tu coño sienta lo duro que se pone mi pene cada vez que pienso en ti.

Dicho esto, y antes de que pudiera reaccionar, la levantó en peso y sus labios se apoderaron de los de ella con alevosía. La llevó al camarote en donde le demostró y la hizo gozar y experimentar. Después de que regresaran al hotel, continuaron con sus fiestas y sus ligues.

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