Aquí busco prender el magma que late en ti. Que ese fuego erupcione con las palabras correctas, con los relatos incandescentes que avivan en esta cordillera de amaneceres rojos, siestas inquietas y noches tumultuosas. Esperando que tu llama no se extinga y para cuando necesites un incendio controlado, mis letras provoquen que los cráteres de la luna de tu ombligo, despierten el calor que palpita más al sur.
Deseo como lugar, no como verbo, debería tener una frontera de entrada como esta. Visitante sin pasaporte, penetra en mis espacio soberano. Tienes visado de lascivia. Puedes guardarlo en secreto o compartir mis escaramuzas de fantasía. No importa a quién desees, tampoco yo te confesaré quién transforma mis lunas. Pero podrás entrar y salir a entrepierna abierta sin mas salvoconducto que una piel erizada. Susurraré para ti cada letra que mi imaginación pueda crear, con el único afán de anfitrión provocador, que el de disfrutar de tu placer anónimo.
¡Ven a conocer las delicias de un Deseo por explotar!
Anaga Manrique, 2022.